La tecnología Inverter ha llegado, y parece que para quedarse, al segmento de las bombas de calor para piscina. ¿Resultado? Un calentamiento del agua más económico y eficiente.
Que las bombas de calor para piscina se han convertido en una de las alternativas, si no la más, demandadas de cara a calentar el agua de nuestra piscina, es un hecho de sobra conocido.
Ya utilizada con anterioridad en los sistemas de aire acondicionado, la tecnología Inverter toma ahora relevancia, en este competitivo segmento.
Las ventajas que el uso de esta tecnología aporta a las bombas de calor es fácilmente reconocible; equipos más silenciosos, menores consumos, mejores prestaciones y mayor eficiencia.
Su base de funcionamiento es que la bomba de calor regula electrónicamente la velocidad de rotación del compresor y del ventilador, en función de la temperatura del agua de la piscina y de las condiciones climatológicas. De este modo, conseguimos unos niveles sonoros extremadamente bajos y una elevada eficiencia.
Esto ha dado lugar a que cada vez sean más los fabricantes que ofrecen bombas de calor con tecnología Inverter, dentro de su catálogo.
De hecho, poco a poco, las bombas de calor con tecnología inverter están copando el mercado. Lógicamente, el efecto colateral es el gran descenso de la demanda de bombas de calor tradicionales.
En definitiva, pasamos del funcionamiento ON/OFF al inverter, casi como estándar.
Llamativos ejemplos de este tipo de bombas de calor son, por ejemplo:
En un mundo cada vez más consciente de las necesidades de sostenibilidad y eficiencia en multitud de áreas, es lógico el uso de la tecnología Inverter. Así, mejoramos enormemente el proceso de calentamiento de nuestras piscinas.
Además, el crecimiento de la demanda está generando también una mayor oferta. De este modo, actualmente nos encontramos con equipos más modernos, más sofisticados, y precios más competitivos.